Cuando se viaja fuera de la localidad a veces es muy difícil cumplir con el protocolo de alimentación, hidratación, hábitos y cuidados pre, intra y post competencia.
El cansancio del viaje puede hacer que se tienda a optar por comer la opción más rápida a disposición y probablemente no resulta la mejor opción.
En los casos que sea posible, es decir en los viajes más cortos y siempre que se procuren óptimas condiciones de conservación, se recomienda llevar la mayor cantidad de comida posible con uno.
Cuando las competencias son fuera del país como en este caso, se enfrentan a costumbres totalmente diferentes y cuando el viaje es hacia países menos desarrollados existe la posibilidad de exponerse a infraestructuras sanitarias deficitarias en los lugares donde se preparan y consumen los alimentos.
Esto puede llevar a perjudicar el estado de salud, ya sea por sufrirse alguna enfermedad gastrointestinal como por ejemplo diversas diarreas causadas por bacterias, virus y parásitos (‘diarrea del viajero’) o simplemente puede caer mal causándo pesadez estomacal, incomodidad, etcétera.
Resulta recomendable:
-Seleccionar comidas simples a los que se está acostumbrado
-Tratar de evitar alimentos ‘típicos’ del lugar, especialmente los elaborados con ingredientes no habituales de la dieta del país de origen ( tipo frituras, picantes, etc)
-No consumir alimentos adquiridos en puestos de venta callejera
-No beber agua de la canilla
-No consumir mariscos crudos
Deja una respuesta